miércoles, 3 de marzo de 2010

resumen 2009



Ahmed Bujari (representante del Polisario ante la ONU), EL PAÍS, 12/02/2010

El conflicto del Sáhara occidental causado por la ocupación marroquí es de acuciante actualidad para los países de nuestra región, para la ONU y para las grandes y medianas potencias que buscan incidir en el curso de los acontecimientos que determinarán de una forma u otra la configuración futura del Magreb.

Tras el regreso de Aminetu Haidar a El Aaiún y teniendo en mente la próxima ronda de negociaciones saharaui-marroquíes, aparecieron de forma sincronizada artículos de "opinión" en diferentes medios de prensa españoles, de los que sobresale el firmado por Máximo Cajal, (El Sáhara y la razón de Estado; El PAÍS, 11 de enero de 2010), que ofrecen al lector argumentos y profecías para justificar el intento marroquí de anexionar el Sáhara Occidental.

Llama la atención el recurso a la profecía sobre la inseguridad futura que se derivaría de la independencia saharaui. Como elemento de juicio y análisis para escudriñar el futuro en busca de la certeza, la profecía es algo que los grandes profetas han evitado, dejando sin respuesta preguntas cruciales planteadas por los fieles acerca del futuro de la humanidad.

La inseguridad es algo que ha acompañado al hombre desde sus orígenes. El hombre es un lobo para el hombre que podríamos extrapolar a las naciones. Las sociedades organizadas en un marco nacional o internacional han invertido enormes esfuerzos para lidiar con el caos creado por la inseguridad. Se han articulado sistemas nacionales -llamados Estado de derecho- e internacionales, hoy representados por la Carta de la ONU, que convergen en la idea esencial resumida por Benito Juárez cuando dijo aquello de "entre los individuos como entre las naciones, la paz es el respeto al derecho ajeno".

Marruecos se resiste a aceptar esta verdad y recurre a una táctica de diversión, al argumento de la seguridad, espoleando el temor de otros, presentándose como la garantía absoluta ante el miedo, en la esperanza de que sea considerado como factor exclusivo y determinante en la solución del conflicto del Sáhara Occidental. Marruecos, como cualquier otro país en estos tiempos, tiene problemas de seguridad, pero éstos no son evidentemente fruto o resultado de la independencia del Sáhara Occidental, ya que sigue estando bajo ocupación, ni están relacionados con dicha independencia.

Resulta obvio también que los esfuerzos que Marruecos ha venido haciendo para convencer a ciertas capitales sobre una relación entre el Frente Polisario y cualquier conato de inseguridad en la llamada región del Sahel no son creíbles. Es arar en el mar.

Debemos sin embargo ser ecuánimes. Marruecos agrava su propia inseguridad y la de la vecindad geográfica al perseverar en el prolongado y costoso intento de modificar por la fuerza las fronteras heredadas de la época colonial, que es el principio básico sobre el que descansaba la seguridad y estabilidad del conjunto regional. La propuesta de autonomía que ofrece como la "única solución" al conflicto significa legitimar esa modificación de las fronteras y hacer tabla rasa del principio de autodeterminación para una cuestión de descolonización, sin darse cuenta tal vez de que con ella no hace sino abrir una caja de Pandora dentro del propio Marruecos que haría verídico aquello de ir por lana y regresar trasquilado.

No es por tanto la vía más apropiada para resolver el conflicto actual ni para afianzar la seguridad tanto de Marruecos como de la región y por consiguiente de España. El reconocimiento de la República Árabe Saharaui Democrática (RASD) por la Unión Africana y particularmente por los países de la región -Argelia, Mauritania y Malí- no ha podido ser zarandeado por la diplomacia marroquí porque a través de ese reconocimiento el Continente y la región insisten en subrayar la íntima relación entre la seguridad, la libre autodeterminación y la intangibilidad de las fronteras que cada país heredó de la época colonial.

Es más fácil volver al compromiso inicial que Marruecos había suscrito ante el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas consistente en cooperar con la Comunidad Internacional en la organización de un referéndum de autodeterminación abierto a todas las opciones reconocidas por la ONU, que incluyen la independencia del Sáhara Occidental, y trabajar con los ojos puestos en el futuro para que las relaciones con la RASD sean de amistad y cooperación privilegiada, incluido el ámbito de la seguridad regional. Esto fue lo que hemos ofrecido a Marruecos a través de la propuesta de solución de la que tomó nota el Consejo de Seguridad en abril de 2007.

Marruecos finge que no ha firmado varios planes de paz, que no ha visto nada, que no ha oído nada, porque en el fondo no está interesado en una solución del conflicto. Parece insinuar que la no solución es la mejor solución ya que sus dividendos internos son por ahora tangibles, hasta el día en que el cántaro de la lechera se rompa. Es en reflejo de ello como se explica la insistencia en otra operación de diversión. La acusación a Argelia, que algunos en España asumen como propia. Tal acusación es cuanto menos infantil, poco seria, y particularmente contraproducente para Marruecos y para los intereses estratégicos de España.

De un lado, España obtiene de Argelia parte esencial de la energía que protege a millones de familias del crudo invierno. La relación de confianza existente entre los dos países se refleja en el acuerdo sobre un nuevo gasoducto que llegará a Almería. Grandes empresas españolas se benefician de suculentos contratos firmados con este país que por sus riquezas naturales tiene medios para sufragar grandes proyectos económicos. Argelia no tiene ningún contencioso territorial con España ni ha enviado, ni amenaza con hacerlo, a miles de "emigrantes" a las costas españolas. Su contribución a la seguridad regional e internacional es reconocida y apreciada por las grandes potencias. Argelia es, se quiera o no, la potencia regional indispensable sin cuyo consentimiento y aprobación nada podrá ser considerado como definitivo en la región del Magreb.

De otro, el primer gasoducto que llevó gas argelino a España pasa todavía por territorio marroquí. Fue una decisión política de amistad hacia Marruecos que le sigue permitiendo a Rabat percibir anualmente 100 millones de dólares. Fue una invitación al futuro, de apuesta concreta por el proyecto magrebino que no fue correctamente apreciada por las autoridades marroquíes.

La amistad de Argelia con la RASD no es un secreto; pero insinuar que de esa amistad y de la densidad actual de sus relaciones con Madrid emergería un peligro para Marruecos o para España cuando la Historia, los hechos y las intenciones prueban lo contrario, es una insinuación que no concuerda con la lógica.

Nadie está más interesado por la seguridad en el área que la RASD y sus amigos en la región, y tenemos experiencia y voluntad política para asumir la parte que nos corresponde para contribuir, hoy y mañana, a la seguridad de todos, en el marco de una seguridad compartida, en perfecta consonancia con el principio de legalidad internacional.

Éstos son hechos e intenciones verificables. No profecías.



Christopher Ross, el enviado personal para el Sáhara del secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, ha anunciado que convocará una nueva reunión negociadora informal entre Marruecos y el Polisario el 10 y 11 de febrero en Nueva York.

Además, ha instado a la ONU para que la MINURSO, su contingente desplegado en el Sáhara Occidental, tenga competencias en materia de derechos humanos. Hoy en día es la única fuerza de paz de Naciones Unidas que carece de ellas.

A finales del próximo mes de abril expirará el mandato de la MINURSO y el Consejo de Seguridad debe pronunciarse sobre su prórroga, pero no está claro que asuma la propuesta de Ross.

Muchos nos preguntamos qué es lo que están haciendo en realidad los de la MINURSO, porque lo de organizar y dirigir el referéndum no lo están haciendo muy bien, que digamos (MINURSO: Misión de las Naciones Unidas para el Referéndum del Sáhara Occidental).

Recordemos también que la Comisión de Asuntos Exteriores del Congreso de los Diputados español aprobó, en marzo del año pasado, por unanimidad, una proposición no de ley instando al Gobierno a trabajar para que el mandato de la MINURSO abarque los derechos humanos, tal y como lo piden las grandes ONG internacionales.


El primer ministro saharaui, Abdelkader Taleb Omar, advirtió ayer de que si la situación de la activista saharaui Aminatu Haidar llega a un "final catastrófico" habrá consecuencias "muy graves" para el proceso de negociación, el mantenimiento del estatus quo actual y la estabilidad de toda la región del Magreb.

En declaraciones a EFE, Taleb Omar, señaló que el Gobierno saharaui sigue "de cerca" y se encuentra "muy preocupado" por el estado de salud de la activista, que hoy cumple 16 días de huelga de hambre en el aeropuerto de Lanzarote.

"Si se llega a un final catastrófico, habrá consecuencias muy negativas para el proceso de paz e incluso para el mantenimiento del estatus quo y la estabilidad de toda la región, lo que nadie quiere", afirmó.

A su juicio, la negativa de Haidar a aceptar el pasaporte español que le ofreció este fin de semana el Ministerio de Exteriores español es "justa" ya que la activista "no quiere ser extranjera en su propia patria".

Taleb Omar valoró la "solidaridad de la sociedad española" con la militante saharaui pero demandó al Gobierno español que "la deje salir de Lanzarote, al igual que la ha dejado entrar".

"El primer culpable de esta situación es Marruecos pero no se puede obviar la responsabilidad de España en este asunto, no convence a nadie y muestra la complicidad que hay que se diga que va contra la legalidad internacional dejarla salir cuando la han dejado entrar sin ningún pasaporte", aseveró.

Asimismo, consideró que el caso de Haidar es "la punta del iceberg" en lo que calificó como "la escalada" contra los derechos humanos por parte de Rabat desde el discurso del rey de Marruecos, Mohamed VI, con motivo del aniversario de la "Marcha Verde" el pasado 6 de noviembre.

El monarca marroquí dijo entonces que había llegado el momento de "redoblar la vigilancia y la movilización para contrarrestar, con la fuerza de la ley, todo atentado contra la soberanía de la nación, así como de preservar, con toda la firmeza requerida, la seguridad, la estabilidad y el orden público".

"No hay lugar para la ambigüedad: o el ciudadano es marroquí, o no lo es. (...) O se es patriota o se es traidor. No hay término medio entre el patriotismo y la traición", afirmó Mohamed VI en su discurso.

El primer ministro saharaui instó a la comunidad internacional a que "tome conciencia" de esa "escalada" que puede "llevar a toda la zona a la desestabilización" y pidió a España que "no se inmiscuya en el conflicto entre marroquíes y saharauis" y se "libere de una forma honesta" de cualquier responsabilidad en el deterioro de las relaciones entre ambas partes.

Taleb Omar dijo además que en la situación actual "no es en absoluto posible" retomar las conversaciones "incluso de manera informal" con Marruecos para fijar una fecha para la quinta ronda de negociaciones impulsadas por la ONU, que se encuentran suspendidas desde hace año y medio.

El primer ministro de la República Árabe Saharaui Democrática (RASD), Abdelkader Taleb Omar, afirmó hoy que la guerra está "cada vez más próxima" y que el Polisario no tendrá otra opción que volver a las armas si la quinta ronda de negociaciones auspiciada por la ONU fracasa.

En una entrevista con Efe en los campamentos de refugiados saharauis, Taleb Omar recordó que en el último congreso del Polisario de diciembre de 2007 muchos delegados mostraron su decepción con la mediación de la ONU, que no ha conseguido celebrar el referéndum al que se comprometió en 1992.

"Son ya 17 años y para muchos es más que suficiente para llegar a la conclusión de que Marruecos no tiene voluntad de avanzar y de que tampoco el Consejo de Seguridad consigue imponer sus resoluciones y obligar a cumplirlas", aseveró.

El Congreso del Polisario otorgó un mandato a la dirección para que estableciese una evaluación objetiva sobre las negociaciones auspiciadas por la ONU en un plazo máximo de tres años.

"Ha pasado ya un año y medio; si hay avances preferimos la vía pacífica, pero si llegamos a la conclusión de que no se avanza, debemos pasar a los preparativos militares para volver a las armas porque estamos dispuestos a todo menos a la rendición o a aceptar los hechos consumados de Marruecos", advirtió el primer ministro.

Taleb Omar explicó que cada vez es mayor la presión que sufre la dirección del Polisario por parte de los refugiados, especialmente los jóvenes, que "no aguantan más el estancamiento de la situación y exigen volver a la guerra".

"La dirección tiene cada vez mayores problemas para contener a la población y hay grandes riesgos de que, si no hay avances, nos veamos abocados a la opción de la guerra, para la que estamos preparados", insistió.

El primer ministro resaltó que el paso del tiempo pesa sobre la población saharaui, que espera en condiciones muy difíciles, aunque también ha demostrado, en contra de las previsiones de Marruecos, que el pueblo saharaui "continúa unánime, con más fuerza si cabe, en su aspiración por alcanzar la independencia, tanto en los territorios ocupados como en el exilio".

"Marruecos ha trabajado muchísimo sobre el elemento tiempo: pensaba que la gente se iba a desanimar, que el Polisario se iba a descomponer, pero, al contrario, se ve que el tiempo cosecha posiciones más radicales y más duras de las esperadas", dijo Taleb Omar.

En este sentido, resaltó que "los más intransigentes, las posiciones más duras, están ahora en las bases, cuyas exigencias son cada día más fuertes".

Asimismo, rechazó que el Polisario necesite el permiso de Argelia para volver a la guerra y aseguró que el país que acoge a los refugiados en su territorio "nunca ha puesto condiciones a los saharauis para que hagan esto o lo otro".

"El Polisario empezó su lucha sin el permiso de Argelia y tampoco lo necesitará para volver a la guerra, no es ningún secreto que Argelia prefiere la vía pacífica pero si la ONU demuestra el fracaso de su mediación, estaremos en condiciones de declarar la guerra con o sin su agrado", afirmó.

El primer ministro recalcó que los llamados "territorios liberados", bajo control de la RASD, son "competencia exclusiva" de la dirección saharaui.

Taleb Omar calificó de "avance" el nombramiento del diplomático estadounidense Christopher Ross como nuevo enviado especial de la ONU y reconoció también que el último informe del secretario general, Ban Ki-moon, contiene elementos positivos en referencia a la situación de los derechos humanos.

Sin embargo, lamentó que en la última resolución del Consejo de Seguridad, la 1871, de finales de abril, la oposición de Francia impidió que se estableciera un mecanismo para supervisar los derechos humanos en los territorios bajo control marroquí, como demandaron varios países.

"Es muy preocupante que un país que se dice defensor de la libertad y los derechos humanos defienda la oscuridad sobre la represión y los crímenes de Marruecos en el Sahara", subrayó Taleb Omar, quien consideró que ese mecanismo hubiese representado un avance para crear confianza de cara a la quinta ronda de negociaciones, para la que todavía no hay fecha.

Respecto a la renovación en la dirección del Polisario que demandan algunos jóvenes, el primer ministro indicó que en el movimiento ha celebrado ya 12 congresos desde su creación y que en el último el presidente de la RASD, Mohamed Abdelaziz, dijo que quiere abrir la puerta para que se presente otra gente, pero "todo el mundo le pidió que se quede".

"A la dirección le molesta muchísimo que continúe esta situación de estancamiento, quiere pasar a otra fase y si la quinta ronda de negociaciones fracasa, no tendremos otra opción que la guerra", recalcó.

Marruecos y el Polisario han celebrado desde junio de 2007 cuatro rondas de negociaciones directas en Manhaset, cerca de Nueva York, bajo la mediación de la ONU sin apenas resultados.

En la cuarta sesión negociadora, celebrada en marzo de 2008, se acordó mantener una quinta ronda de contactos, para la que todavía no se ha fijado fecha.

26 Feb 2009

Entre los polvorientos campamentos saharauis, hay uno pequeño que se llama 27 de Febrero, o, simplemente, 27 (saba’a wa-ishrin, en árabe). En él se encuentra la Escuela de Mujeres y también la sede de la Unión Nacional de Mujeres Saharauis.

Su nombre se debe a que el 27 de febrero de 1976, el Frente Polisario proclamó la República Árabe Saharaui Democrática en Tifariti, en la parte del territorio controlado por el propio Frente, y desde entonces ha sido reconocida como estado por 85 países, la mayoría africanos o latinoamericanos. Otros muchos estados no reconocen la RASD pero sí al Polisario como representante legítimo de los saharauis. Asimismo es miembro fundador de la Unión Africana. El Gobierno español, en cambio, antigua potencia colonial, no asume ninguna responsabilidad, no reconoce nada, hace negocios, vende armas y rinde pleitesía al monarca marroquí, y solamente entrega migajas a los saharauis en forma de proyectitos de cooperación. Una vergüenza.

Así que durante estos días se celebra en los campamentos de refugiados y en los territorios liberados el 33er aniversario de la proclamación de la República Árabe Saharaui Democrática. Hay conferencias, desfiles, muchas delegaciones internacionales y un montón de actos conmemorativos.

En el mapa se ve cómo está dividido el territorio actualmente, por el larguísimo muro construido por Marruecos.

Ya he vuelto de Tifariti, la mítica ciudad saharaui de los territorios liberados, a 6 horas de viaje, rebozado de suciedad y desierto. Los actos de celebración del 35 aniversario del Polisario han sido espectaculares: un desfile de 5.000 soldados (realmente impresionaba cómo iban apareciendo los escuadrones de entre el polvo), la explosión de 4.000 minas antipersonales (tras 3 horas de espera al sol, justo un minuto antes de la explosión y el consiguiente hongo nuclear me quedé sin batería en la cámara, pero me han pasado la foto), discursos interminables de Abdelaziz y todos los países que apoyan a los saharauis, siroco durante las 24h del día, 2 letrinas sin agua para 20.000 personas (si calculamos que cada persona hace una deposición al día de 250 gramos según los estándares de naciones unidas, por tres días, por 20.000, dividido entre 2, da una imagen muy real de lo que era aquello), cientos de jaimas, comidas para miles de personas, etc.

En fin, que el único incidente reseñable es que el día de mi cumpleaños (el 21) me robaron las chanclas que me compré en Benidorm hace tres años y me dejaron otras rotas de plástico en su lugar, cosa que hizo mucha gracia a mis compañeros/as de Mundubat pero a mí no, y que ayer a la vuelta al agujero de Protocolo donde me ha metido Emboirik esta vez me encontré un ratón DENTRO de la maleta, el cual se había comido casi todas las galletas que me había traído para sobrevivir de aquí hasta julio. Y encima no lo pude matar porque se escabulló hacia las grietas por donde salen docenas de cucarachas todas las noches.


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